Completamente Sí,
¿Por qué? Porque CrossFit está diseñado para ser aplicado a todos los niveles y todas las edades, desde personas con problemas cardiacos hasta deportistas de alto nivel. Las necesidades de un deportista de élite y el resto de personas difieren en grado y no en tipo. Por eso en CrossFit radica en su base el principio de individualización, que significa que cada entrenamiento es único para cada persona. CrossFit adapta el entrenamiento a las necesidades de cada uno.
Existe una progresión de las cargas e intensidad según la forma física de cada persona asegurando siempre que está trabajando de forma correcta. Ni más de lo que puede soportar, imprescindible para permitir su desarrollo, ni menos de lo que realmente es capaz de hacer, para que exista una mejora en su forma física.
En CrossFit, tú mismo decides el nivel de esfuerzo e intensidad al que tu cuerpo es capaz de trabajar, ya que la mayoría de entrenamientos te dan vía libre para realizar el número de repeticiones que tu cuerpo pueda ejecutar o bien disponer del tiempo necesario que tu necesites para terminar el entrenamiento. Sin presiones, tú pones tu propio límite.